
La exposición constó de cuatro videoinstalaciones que, al igual que toda la obra de Aernout Mik, tienen puntos de contacto con el cine, la performance, la escultura y la arquitectura. La dimensión performática de la exposición en el CA2M quedó además reforzada por una acción en la que grupos de personas llevaron a cabo una sutil interacción con las obras y el propio espacio expositivo.