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NOS BUSCAMOS EN LAS HUELLAS Y NOS ESTÁN NUESTROS PASOS…

Crédito imagen: Las hijas de Yocasta
“Volvemos. Continuamos lo inacabado y esta vez transformaremos. Venimos Amazonas perdidas. Reverberan en el aire las polifonías mitológicas que generan este sistema de relaciones desiguales, esas voces, símbolos e imágenes que no nos representan. El relato les ha salido tan pero tan tan bien que seguimos empujando la Piedra.
Quisimos matar a la madre y no lo conseguimos, pues vamos a salvarla. Igual fallamos en el objetivo, pero esta vez apuntaremos mejor. Aunque igual en el intento de adaptar los mitos ancestrales a las nuevas identidades del S XXI, nos salimos de la Diana.
De allá para acá, a través de los siglos, nos han robado el relato y eso que en el principio era el caos. Nuestro viaje nos ha traído a ÍtaCA2M. Vamos a callarle la boca a Telémaco, vamos a apropiarnos del mythos. Las patatas protestan silbando en la crueldad de la cocina. Porque ya sabemos que o locas o malas, malísimas o malotas, o buenas buenísimas sin matices, unidimensionales.
En nuestras próximas reuniones exploraremos, indagaremos el papel de los mitos en todas sus acepciones y en toda su amplitud. Reflexionaremos sobre esos relatos que han sido determinantes en la construcción de la subjetividad femenina para cuestionarlos y rebelarnos. Magas y sacerdotisas, maléficas, lúpulas, veataris o ancianas que usaban pociones mágicas o encantamientos, visitaban cementerios e incluso podían volar. Perseguidas y castigadas: ¿peligraba el relato impuesto?
Para brujas Circe y Medea. Fantasías de hombre, para bien o para mal. Brujas poderosas, modelos negativos para la conducta de las mujeres que además representaban la antítesis de la mujer casta. Penélope tejía, y destejía, creaba y descreaba. Y nosotras también. Que caemos tanto en los estereotipos que odiamos y envidiamos a Helena.
Nuestro Caballo de Troya para destruir ese imaginario será la literatura y el arte, aliadas hermanas, las herramientas que utilizaremos para desentrañarnos. Daremos cabida a tradiciones populares, a otras formas, en realidad, de explicar lo mismo.Abriremos la caja de Pandora, o para variar dejaremos a Pandora libre de cajas. La Manzana es muy buena para blanquear la dentadura. Somos la mezcla, el resultado, el producto de tierras célticas, romanas y bárbaras. Deshumanizadas , -des y humanas, perfectas e imperfectas, aunque nos han jodido vivas e incluso muertas. Pero entre los lodos han surgido nuevos relatos con otras voces y otros aires. Y con ellos nos (re) encontraremos para debatir y escucharnos entre sonidos, palabras y silencios”.
Las Hijas de Yocasta.
P.D. Yocasta se suicidó y Edipo sólo se arrancó los ojos. Qué injusto todo. Aguantanos ye muchu.
¿Quiénes somos? Las Hijas de Yocasta.
Nos llamamos las Hijas de Yocasta porque nos gusta el nombre, porque todas somos hijas, y porque Yocasta era la mamá (y la esposa) de Edipo que tantos disgustos (y placeres) le dió.
En el libro “los Hijos de Yocasta” de Christiane Oliver, encontramos la excusa del nombre y nos lo hemos apropiado. Es nuestro.
Cuatro hijas: Rebeca Contador, Sandra Cabrera, Ángela Solano y Ana Isabel Fernández Álvarez.
Somos la resistencia de los grupos de lectura del Museo CA2M. Pero ya somos más que el origen, tenemos voz propia. Unidas por el gusto de hablar y hablar, buscándole siempre las vueltas a todo.
PRÓXIMAS SESIONES
- 30 de octubre
- 13 y 27 de noviembre
- 18 de diciembre